viernes, 26 de febrero de 2010


Se encontraron con el viento. Las hojas primaverales los rodeaban en un inmenso remolino.
El la abrazó dulcemente y la miro a los ojos, en ese preciso momento, el mundo dejó de existir. Las hojas quedaron estáticas en el aire, el remolino se esfumó. Solo que quedo el viento que soplaba a su alrededor.

Se unieron en un eterno abrazo.

El viento siguió soplando

UN GRAN AMOR COMENZÓ



Te amo